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Nado con delfines

Los encuentros con delfines son probablemente una de las experiencias más impactantes que puede tener el ser humano, de las variantes disponibles hoy en día, dos sobresalen del resto, estas son: el nado natural y el nado estructurado.

Nado natural

Si espera ver delfines en un ambiente natural, observar su gracia, belleza y curiosidad, este tipo de nado es su programa. Estará en su mundo, verá como ellos lo observan y escuchará sus comentarios y se preguntará que estarán pensando de Ud.

Esta actividad implica nadar (empleando mascara y snorkel) durante 30 minutos, en una laguna artificial habitada por con hermosos delfines. Es una experiencia muy relajante y completamente espiritual donde el contacto con los delfines no está garantizado y depende de ellos y no de los nadadores.

El programa incluye una charla instructiva de una hora, en la que se cubren aspectos de historia natural, anatomía, fisiología y sistema de ecolocalización. También se indican pautas de comportamiento durante el nado, y consejos para lograr mayor interacción con los delfines.

La cantidad de personas por sesión es limitada y se requiere que los participantes se sientan cómodos en aguas profundas, sean buenos nadadores (no se permite el uso de dispositivos de flotación) y tengan experiencia en el uso de máscara, aletas y snorkel, Es necesario un adecuado entendimiento del idioma inglés.

La edad mínima es de 8 años, entre los 8 y 13 años deberá nadar acompañado por un adulto, entre los 14 y 17 se puede nadar solo, pero debe ser acompañado por un adulto observador. No se permite el nado de mujeres embarazadas. Se proveen máscaras, aletas y snorkel a quienes no las traigan, por lo que solo necesita traer su traje de baño y una toalla.

Nado estructurado

El nado estructurado es para quienes prefieren estar con delfines entrenados y la participación de un experimentado entrenador. Se garantiza el contacto con los delfines ya que estos responden a instrucciones verbales o por señas para ejecutar comportamientos preestablecidos como saltos, rotaciones, nados especiales o mejor aún arrastrar a un nadador sujetado de su aleta dorsal.

Esta actividad se basa en conductas y no en tiempos, no obstante el tipo de contacto depende de los delfines y su estado de animo.

El programa incluye una charla instructiva de una hora, en la que se cubren aspectos de historia natural, anatomía, fisiología y sistema de ecolocalización. También se explican el tipo de conductas entrenadas que integran el nado.

La cantidad de personas por sesión es limitada y se requiere que los participantes se sientan cómodos en aguas profundas y sean buenos nadadores (es obligatorio el uso de los dispositivos de flotación provistos). Es necesario un adecuado entendimiento del idioma inglés.

Los menores de 13 años deberán nadar acompañado por un adulto, entre los 14 y 17 se puede nadar solo, pero debe ser acompañado por un adulto observador. No se permite el nado de mujeres embarazadas. Solo necesita traer su traje de baño y una toalla.

Los delfines

Los delfines son criaturas acuáticas extremadamente inteligentes, son "embajadores" de la vida marina y parecen tener una influencia trascendente en las personas con quienes establecen contacto, innumerables relatos avalan esta afirmación.

Al igual que los seres humanos, muchos delfines son curiosos y amistosos, por lo que parece probable que verdaderamente buscan tener encuentros con nuestra especie. Normalmente los cuando esto ocurre sus resultados son novedosos e impactantes para nosotros.

Los delfines son de la familia de los cetáceos y el delfín atlántico nariz de botella pertenece a la clasificación Tursiops Truncatus. Estos delfines son muy conocidos ya que habitan todos los océanos, tanto los de aguas frías como cálidas, a menudo se los ve cerca de la costa, generalmente en aguas de menos de 30 m de profundidad.

Tienen hábitos migratorios y para orientarse en sus desplazamientos utilizan los campos magnéticos de la tierra.

Como consecuencia de ser mamíferos muy inteligentes, su estructura social es muy compleja. La mayoría de los delfines viven en grupos de entre 2 y 100 o más miembros, donde los individuos se identifican inequívocamente mediante silbidos.

Estas criaturas se comunican con una serie de sonidos y chirridos, que en su gran mayoría provienen del orificio nasal por donde respiran. También usan una gran variedad de movimientos corporales para expresar sus actitudes y emociones. Se supone, por ejemplo, que cuando abofetean el agua con su cola, ello indica irritación o aviso de peligro.

Los delfines pueden medir de 2 a 4 m de longitud y pesar entre 90 y 600 kg. Su período de gestación es 12 meses y puede vivir más de 30 años. En su etapa adulta puede nadar a casi 50 km por hora y sumergirse hasta una profundidad de 500 m. Duerme poco y cuando lo hace tiende a "flotar" bajo agua.

Su cuerpo de forma aerodinámica le permite moverse rápidamente. Es un animal de sangre caliente y su gruesa capa de piel le ayuda a controlar la temperatura del cuerpo, incluso disponen de mecanismos que le permiten enfriar su cuerpo.

Estos mamíferos respiran a través de un orificio nasal, con el cual pueden determinar las diferencias de presiones entre el agua y el aire. Al igual que los seres humanos, se ahogan si no pueden salir a respirar en la superficie. Además poseen una singular membrana sobre los ojos, que les permite ver bien tanto en superficie como debajo del agua.

Una de las características sobresalientes de estos animales es su extraordinario sentido de ecolocalización. Este funciona mediante la emisión y detección del rebote de ondas sonoras, y les permite determinar la densidad, medida y posición del objeto en el cual rebotan las ondas.

Los enemigos naturales del delfín son los tiburones y el hombre, del primero se defienden agrupándose pero del segundo no tienen mucha defensa. Muchos delfines mueren como resultado de una pesca irresponsable o problemas de contaminación de las aguas y afortunadamente son cada vez más las leyes que se dictan para la protección de estas criaturas tan cercanas a nosotros.

Autor: Eduardo Serrano

 

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