La Costa del Sol, uno de los destinos turísticos más
sugerentes del mundo por su belleza natural y por sus infraestructuras, abarca
la totalidad de la costa de Málaga y el litoral mediterráneo de la provincia de
Cádiz.
Desde Nerja a Sotogrande, esta parte de costa mediterránea armoniza la
hermosura de sus playas con la belleza agreste de las montañas que protegen el
litoral dotándola de un clima verdaderamente excepcional.
Trescientos veinticinco días de sol al año y una temperatura media del agua del
mar de dieciocho grados, permiten al visitante disfrutar en toda época de los
alicientes del turismo de sol y playa.
Desde las grandes concentraciones turísticas a las pequeñas calas, toda la
costa es un prodigio de aguas transparentes y banderas azules, modernas
instalaciones y servicios, excelentes dotaciones culturales y de ocio, calidad
diversificada y precios al alcance de todos.
Protegiendo el litoral, como vigías privilegiados que se asoman al
Mediterráneo, encontramos Sierra Bermeja, Serranía de Ronda, Sierra de las
Nieves, Sierra Blanca, Sierra de Alpujarra, Sierra de Mijas, Montes de Málaga,
Sierra de Tejeda y Sierra de Almijara, como importantes puntos de atracción
turística en los que llevar a cabo turismo rural, senderismo o simplemente
dejarse cautivar por la vida sencilla y tranquila de los pueblos andaluces y de
su arquitectura popular.
Limitándola, la Costa Tropical o costa granadina al oriente y la gaditana Costa
de la Luz al occidente, punto de encuentro del Atlántico y del Mediterráneo.
A través de diversas rutas como las de La Axarquía, la de Los Pueblos Blancos,
la Ruta de la Málaga Islámica, la Ruta de la Pasa, La Ruta del Sol y del Vino,
y las visitas a parajes tan impresionantes como los de la Serranía de Ronda y
otros lugares tan característicos como Antequera o la serrana Mijas, los
amantes del turismo de interior encontrarán también en la Costa del Sol un
auténtico paraíso donde disfrutar de sus atractivos naturales y rastrear las
huellas de su antigua cultura que recibió pronto la influencia de otras
predominantes en el Mediterráneo como la fenicia, griega y cartaginesa.
En su rica historia, el Imperio Romano desarrolló en la costa una pujante
actividad comercial fomentando la venta de sus productos a otras provincias
pero será la cultura andalusí, nacida de la dominación islámica, la que
confiera carácter profundo y permanente a sus costumbres, su forma de vida y su
arquitectura popular perviviendo hasta hoy en numerosos aspectos cotidianos, en
su gastronomía y en su sensibilidad hacía la música y la literatura.
El deporte goza aquí de especial relevancia. Veinticuatro playas y once puertos
deportivos, entre ellos el renombrado Puerto Banús, dotan a la Costa del Sol de
unas infraestructuras excepcionales para todas las actividades relacionadas con
el mar.
Mención aparte merecen entre las prácticas deportivas las del tenis y el golf.
El tenis por la cantidad y calidad de sus instalaciones, mientras que el golf,
con cuarenta campos en un radio de acción de apenas 100 km, dotados de
completísimas instalaciones, es por si mismo uno de los centros de atracción
internacional, como prueba la celebración de la Ryder Cup'97, en el Campo de
Valderrama, en Sotogrande (Cádiz).
La gastronomía, el ocio y los espectáculos son también alicientes importantes
en la Costa del Sol. Junto a las especialidades de la zona, entre las cuales
los productos del mar juegan un destacado papel, se abre para el visitante un
completo repertorio de restaurantes y cocinas desde los más afamados a escala
internacional hasta los chiringuitos populares en los que degustar el pescado
recién traído a tierra. Los almacenes, tiendas y boutiques más sofisticados
abren sus puertas a lo largo de toda la costa ofreciendo las últimas novedades
en moda, regalos y artesanía y un mundo deslumbrante de luz y color puebla cada
rincón cuando llega la noche.
La noche de la Costa del Sol que llena tantas páginas de las revistas de ocio y
que tantas posibilidades ofrece para la diversión desde el baile y las copas en
las discotecas de moda, el folclore típico en salas y tablaos, los espectáculos
y las atracciones en los parques temáticos o en los clubes, el juego en los
casinos o el disfrute más sencillo de sentarse en una terraza a la orilla del
mar a disfrutar de la brisa mediterránea y de un horizonte en el que se puede
adivinar la costa de Africa en la lejanía.
La Costa del Sol es por la importancia de su estructura turística, la
diversidad de sus atractivos y la bonanza de su climatología, un destino único
en el que cada visitante podrá elegir la opción más apropiada para sus gustos e
intereses en la confianza de que la realidad desbordará con creces sus mejores
expectativas y deseos.
Fuente: Secretaría de Turismo de
España |